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VALORES: guía íntima, independientemente del entorno

05/05/2025

Como líder, lo primero que tienes que hacer es tener claro tus propios valores, porque ellos serán tu guía a la hora de tomar decisiones difíciles, asumir riesgos y mostrar a tu equipo cómo afrontar la vulnerabilidad.  Cuando elijas tus valores, piensa en lo que tu yo más íntimo considera más importante en la vida.  Tus valores deben estar tan definidos y claros, que actuar en consonancia con ellos no te parezca una elección consciente. Simplemente son lo que son, tus principios, tu guía.

 

La parte más difícil de elegir los valores es que hay que limitarse a sólo dos valores fundamentales. Si tienes demasiados valores se convierten en palabras sin sentido que te hacen sentir bien, en lugar de principios que guían tu comportamiento y tus intenciones, y que alimentan tu capacidad de comprometerte con las cosas que consideras importantes.

 

Por ejemplo: puede que la “familia” no sea uno de tus dos valores, pero sí lo es la “conexión”. Por lo tanto, la conexión está en el centro de cómo tomas decisiones sobre y dentro de tu familia.  Como los valores posibles son tan variados -comprensión, riqueza, gratitud, reconocimiento, carrera, alegría, diversidad, crecimiento-, quizás lo más fácil sería reducir primero a diez los valores que consideres importantes y, a partir de allí, reducirlos a dos.

 

Lo que tienes es que tener cuidado de elegir valores con los que realmente te identifiques. No elijas tus valores basándote en lo que otras personas quieren que sea (deberías trabajar tu paciencia, por ejemplo), ni elijas valores que te han asignado (“Yo te enseñé que la familia es lo más importante”).

 

Una vez que hayas elegido tus valores, asegúrate de que los practicas con regularidad. Para ello, puedes elaborar una serie de directrices para cada uno de tus valores. Se trata de una guía que puedes revisar de vez en cuando para  asegurarte de que actúas con integridad y de que tus acciones representan quién eres realmente.

Y las preguntas poderosas que debes hacerte son:

¿Cuáles son los comportamientos que respaldan este valor?

¿Cuáles son los comportamientos que considerarías fuera de este valor?

¿Puedo pensar en un momento concreto de integridad, en el que viviera especialmente este valor o mis valores?

 

Antes de llevar la conversación sobre los valores a los miembros de tu equipo, date cuenta de que no hay separación entre “tus valores personales” y tus “valores profesionales”. Tus valores son tu guía más íntima, independientemente del entorno. Sin embargo, es posible que tus valores no necesariamente estén alineados con los valores de la empresa para la cual laboras.  Pero si ambas partes han aclarado sus valores, estos diferentes conjuntos de valores pueden orientarse mutuamente, en lugar de estar frenados. Por ejemplo, tu valor de “responsabilidad” no es el mismo que el valor de “colaboración” de tu empresa, pero si te responsabilizas continuamente de tus errores, te das cuenta que en ambos casos se relacionan entre sí.

 

No está demás recordar que los valores te ayudan a vivir una vida más estable, son parte de nuestra esencia como seres humanos y aunque no lo creas, determinan lo que haces, por qué lo haces y cómo lo haces. Es importante sustentar tu vida sobre valores porque la vida es un maratón, no una carrera rápida. Y los valores te ayudan a mantenerte firme, seguir adelante y continuar luchando. Los valores te ayudan a mantenerte fiel a ti mismo.

 

Artículo sustentado en el libro de Brené Brown “Dare to Lead”, “Atrévete a Liderar”: la valentía que transforma el liderazgo.