Solemos enfocarnos en lo que hay que decir y lo que no hay que decir. Pero la realidad es que el 90 por ciento de la interacción humana tiene lugar a través de la comunicación no verbal. Esto incluye expresiones faciales, gestos y lenguaje corporal en general. También puede incluir tu elección de ropa, lo que pides para almorzar, o si llegas tarde o temprano a la reunión.
Las personas tienden a reaccionar más a lo que creemos que quiere decir alguien, que a lo que quiere decir o lo que dice en realidad. Eso es especialmente cierto en situaciones conflictivas. Por esta razón, debes prestar tanta atención a tus señales no verbales como a tus palabras. El lenguaje corporal es especialmente importante en este aspecto. De hecho, el poder del lenguaje corporal es tan fuerte, que puede generar confianza o erosionar casi que al instante la relación. Así que no cometas errores: una buena comunicación no verbal es una habilidad importantísima para resolver los conflictos.
En el nivel más obvio, un lenguaje corporal positivo significa sonreír, contacto visual y situarse ni demasiado cerca ni demasiado alejado de la otra persona. Pero hay mucho más. Cuando imitas o reflejas las posturas, los gestos y el tono de voz de la otra parte, su cerebro recibe algunas señales muy tranquilizadoras. El mensaje que tu lenguaje de espejo sugiere es: “Esta persona es como yo”. Como las personas confían en los que se les parece más, puedes pensar en la comunicación no verbal como en una especie de danza. Te dejas llevar, pero al dejarte llevar bien, puedes ser capaz de tomar el mando. Esta es una buena manera tanto de prevenir los conflictos como de conducirlos a una resolución positiva. La clave siempre está en ser todo lo sutil y discreto que sea posible. Mantente en sincronía asegurándote de que tu lenguaje corporal, tus palabras y tu tono de voz coinciden.
Otro punto importante es que cuando estás hablando acaloradamente con otra persona, mantén el contacto visual sin mirar fijamente, y no te olvides de pestañear. Para ver lo importante que es esto, intenta mirarte en el espejo mientras entonas ligeramente los ojos o miras hacia un lado. Incluso la más mínima diferencia tiene un gran efecto en cómo se te percibe.
También evalúa la atmósfera y el espíritu de la interacción, e iguala la energía de la otra persona. Ponte de pie, camina o siéntate como lo haga el otro. ¿Anda rápido o despacio?, ¿Se inclina hacia ti en la silla o se aleja de ti? Adapta gradualmente tus posturas para que igualen o reflejen las de la otra persona. Recuerda, no hagas que esto sea demasiado obvio, se trata de hacerlo con sutileza y tacto.
TONO DE VOZ
Además de igualar los gestos, iguala también el tono de voz. El tono de voz comprende tres elementos: agudo o grave, velocidad rápida o lenta, volumen alto o suave. Si la gente a tu alrededor habla en tono bajo o de forma más enfática, tú debes hacer lo mismo.
Haz un esfuerzo para sonar positivo y entusiasta. La energía positiva siempre influye en la gente. Por muy difícil que pueda parecer, la resolución asertiva de conflictos significa sonreír y parecer confiado sin importar lo que ocurra. Si te comienzas a sentir incontrolablemente hostil, respira hondo o pide un vaso de agua. Haz un esfuerzo consciente por mejorar tu estado de ánimo.
Si sabes que vas a tener una reunión en la que puede surgir un conflicto, asegúrate de que llevas la ropa apropiada. Incluso antes de que digas nada, llevar la ropa equivocada puede resultar extremadamente insultante. En ese caso también puedes utilizar el principio del espejo, simplemente vistiendo como requiere la situación.
APRETÓN DE MANOS
Presta especial atención a la importancia del apretón de manos. Este es un gesto consagrado por el uso que tiene una profunda resonancia en nuestra cultura, en especial en términos de resolución de conflictos. La intención original del apretón de manos era mostrar que las partes no escondían cuchillos en las manos.
En términos generales, un apretón firme es una señal especialmente asertiva y es un gesto significativo cuando sella un acuerdo y se resuelve un conflicto o sencillamente saludas a una persona.
En conclusión, el lenguaje no verbal es la forma de transmitir información sin usar palabras, sino a través de gestos, expresiones faciales, posturas y otros elementos. Es un fenómeno que se desarrolla principalmente en el plano inconsciente y está fuertemente vinculado con la parte emocional, intuitiva e instintiva de nuestro cerebro.
Es una de las habilidades blandas más importantes para hablar en público y establecer contactos personales. La importancia no radica en lo que está queriendo transmitir el emisor, sino en cómo interpreta el receptor el mensaje. Es importante trabajarla/desarrollarla.